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Ver un partido de fútbol puede ser la tradición más fuerte que tenemos en estos días. Sobre todo en los últimos años cuando hay pocas cosas mejores que hacer y entonces la gente sucumbe ante la tentación. Quien también sucumbe muy rápido es esta jovencita. Está sentada en el sofá con su hermano y luego se desnuda y empieza a jugar con su polla. Él, obviamente por ser hombre, no se puede resistir y tiene que romper el juramento que le hizo a su padre. Ahora tendrá que follar su coño porque no hay forma más fácil de correrse que no sea penetrarla con muchas ganas.