Fiesta en la piscina con dos ricas putas jovencitas
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Un día entendió su lugar en el mundo, no le costó mucho porque cuando eres joven y guapa, entonces las cosas caen por su propio peso. Resulta que eso de seguir tu destino y todo lo demás, es para las personas que son poco agraciadas, una rubia pequeñita como ella vera como cualquier cosa que quiera, llegara a ella sin que la pida dos veces. Como una clavada por su propio padre, que no dudo en meterle la polla en su coño cuando ella misma se lo pidió con una mamada. Ya no se pudo resistir y tuvo que follarla como ella quería porque nadie le puede decir que no a la zorrita.