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No escucho a nadie en la casa y las ganas de pasar un rato conmigo mismo no las puedo aguantar. Hace rato que no puedo hacerlo porque me estoy quedando con mi hermano, hasta que pueda tener mi propio piso y tener más privacidad. Sin embargo, justo en el momento que quería hacerme una paja, ha entrado mi cuñada y además viene un vestido que deja ver todo. Obviamente se da cuenta que tenga la polla dura y se pone a jalármela. Me vi obligado a follar porque es su casa y ella es quien manda. Así funciona todo ahí y no soy quien para cambiar nada.