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Yo me ducho todas las tardes. Llego del trabajo, entro a mi alcoba luego de cerrar la puerta, me quito la ropa y luego entro a la ducha. Esta vez ha pasado algo muy extraño: o he dejado la puerta sin llave y o simplemente la vieja ha conseguido una copia. Lo cierto es que mi suegra entra al baño y me agarra la polla. EN el primer momento pensé que era mi mujer —su hija—, entonces me confié y deje que se me pusiera dura. Lo que no se pudo remediar cuando me di cuenta que era la señora y entonces, la tuve que follar. No me quedo otra opción y fue un coño muy rico. Tengo que decirlo.