Tengo que follar a mi hija para que nadie más lo haga
- 1617
- 3

Cada vez que una alumna entra en mi despacho, mi matrimonio se tambalea. Normalmente no suelo acceder a las pretensiones sexuales de todas las alumnas que entran por la puerta pero hay algunas a las que es imposible decirles que no. Hoy he cambiado uno de los mejores polvos de mi vida por un simple aprobado en Matemáticas con la chica más zorra de todo el campus.